Hilando Obsesiones

Agua que en cascada purificas mis agitados sueños

Cuando una imagen se mete en tus sueños con la fuerza de la realidad, y te sigue acompañando en esa realidad, es el momento idóneo para coger aguja e hilo y enfrentarte  a esa voz que te susurra desde un tiempo eterno.  Francisco de Goya y Lucientes, es mi obsesión.

Lo conocí en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, en una ruta que sus grabados hacían por América. Y como en un cuento lo he perseguido en mi inconsciencia, hasta recabar en su tierra de origen. Zaragoza esta traspasada por Goya, y cada vez que doblo una esquina y me encuentro con uno de los museos, estatuas, patios o iglesias donde están sus obras es como encontrarme con esa voz que me respira al cuello.

Hubo unos meses en el 2015 que soñaba con imágenes de los cuadros de Goya, despertaba a seguir muriendo cada día y me asaltaban esas imágenes en los momentos, digamos suavemente, más inesperados. Así que me arme de agujas, hilos y telas y me entregué a bordarlas. Pido perdón a Goya, pero es lo único que sé hacer. Confieso que soy una ladrona mal dotada y contrahecha que ha convertido en pueril hilo sus profundas obsesiones.


Inspirado en Hilan Delgado, serie Los Caprichos Nº 44

Inspirado en Ya Tiene Asiento, serie Los Caprichos Nº 26



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